Hacía ya un tiempo que me rondaba por la cabeza volver a subir la ferrata de Oliana, la Regina. Últimamente había pasado muy cerca de sus paredes pero siempre había sido para ir a hacer otras cosas y en todas ellas, la idea de encaramarme de nuevo, había vuelto a aparecer.
Como varios compañeros de trabajo tenían ganas de destrozarse el cuerpo no desaproveché la ocasión para proponerla como opción y ellos, sin saber muy bien donde los metía, accedieron a la primera. Javi también se apuntó a la fiesta lo que para mi fue un alivio pues el tío es un máquina y entre los dos llevaríamos controlados a los novatos. Este es otro jabato que apunta maneras!!!
Por una cosa o por otra al final Cris (que estaba pachucha), Rober (que estaba ultimando los preparativos de su boda) y Oscar no pudieron venir por lo que el grupo quedó reducido a seis: Javi, Joel, David, Manu, Miguel y yo mismo.
Como en la mayoría de casos quedamos en Hospitalet como punto de encuentro en el que hacer cambio de vehículos. Uno a uno fuimos llegando, todos con la misma cara de hechos polvo porque ninguno habíamos dormido, las semanas de noches pasan factura a todo el mundo.
Necesitábamos un café con urgencia así que después de repartirnos en dos coches nos pusimos en marcha con la idea de parar en el Bruc para poder reponer pilas.
Como varios compañeros de trabajo tenían ganas de destrozarse el cuerpo no desaproveché la ocasión para proponerla como opción y ellos, sin saber muy bien donde los metía, accedieron a la primera. Javi también se apuntó a la fiesta lo que para mi fue un alivio pues el tío es un máquina y entre los dos llevaríamos controlados a los novatos. Este es otro jabato que apunta maneras!!!
Por una cosa o por otra al final Cris (que estaba pachucha), Rober (que estaba ultimando los preparativos de su boda) y Oscar no pudieron venir por lo que el grupo quedó reducido a seis: Javi, Joel, David, Manu, Miguel y yo mismo.
Como en la mayoría de casos quedamos en Hospitalet como punto de encuentro en el que hacer cambio de vehículos. Uno a uno fuimos llegando, todos con la misma cara de hechos polvo porque ninguno habíamos dormido, las semanas de noches pasan factura a todo el mundo.
Necesitábamos un café con urgencia así que después de repartirnos en dos coches nos pusimos en marcha con la idea de parar en el Bruc para poder reponer pilas.
FICHA DE LA FERRATA
Desnivel: 330 m.
Altitud máxima: 1207 msnm.
Aproximación: 20 minutos
Recorrido: 2 horas
Retorno: 40 minutos
Rapel: No necesario aunque durante la ascensión podrás observar varias instalaciones.
Puentes: Un Tibetano
Puentes: Un Tibetano
APROXIMACIÓN
Desde Barcelona tomamos la N-II dirección Lleida para dejarla, nada más pasar Jorba, en la salida 545. Allí cogeremos la C-1412a que no abandonaremos hasta llegar a Ponts para luego cambiar a la C-14 que será la que nos llevará a Oliana.
Salimos de Oliana y cruzamos las aguas que se vierten desde las compuertas de la presa a través de un puente, para pocos metros después pasar junto a los muros de esta. Cruzamos un primer túnel, continuamos circulando y después de algún kilómetro, justo antes de entrar al segundo de los túneles, surge una incorporación al carril de la izquierda que viene de una zona de 'descanso' o zona de 'maniobras' que dispone de un aparcamiento de gravilla. Es aquí donde debemos dejar el coche, entrando en contra dirección y atravesando la continua.
Una vez que nos hayamos equipado con las mochilas y todo el material necesario en su interior caminaremos hacia la caseta de obra que hay cerca del túnel. Antes de llegar, un camino surge de nuestra izquierda y baja al lecho seco de la riera que desemboca en el pantano. Lo seguiremos en dirección NW, hacia las paredes de roca que se yerguen ante nosotros, pasaremos por encima de unas piedras, teniendo cuidado pues, en una de ellas, observaremos una gran flecha roja que nos indicará el camino que debemos seguir.
Si la vemos no hay pérdida, únicamente habrá que seguir el sendero en constante ascenso que, después de un claro donde han cortado la vegetación, continua adentrándose en el bosque para, luego de un repechón, girar a la derecha para acercarse al primer espolón rocoso que se observa. Ahora el camino llanea brevemente para bajar bordeando la base de la pared que tendremos siempre a nuestra izquierda y al alcance de la mano. Sin darnos cuenta, entre la maleza aparecerán unos escalones en el camino que nos llevarán ante el inicio de la ferrata.
Si dispones de GPS puedes utilizar el siguiente track para llegar a la ferrata.
Una vez que nos hayamos equipado con las mochilas y todo el material necesario en su interior caminaremos hacia la caseta de obra que hay cerca del túnel. Antes de llegar, un camino surge de nuestra izquierda y baja al lecho seco de la riera que desemboca en el pantano. Lo seguiremos en dirección NW, hacia las paredes de roca que se yerguen ante nosotros, pasaremos por encima de unas piedras, teniendo cuidado pues, en una de ellas, observaremos una gran flecha roja que nos indicará el camino que debemos seguir.
Si la vemos no hay pérdida, únicamente habrá que seguir el sendero en constante ascenso que, después de un claro donde han cortado la vegetación, continua adentrándose en el bosque para, luego de un repechón, girar a la derecha para acercarse al primer espolón rocoso que se observa. Ahora el camino llanea brevemente para bajar bordeando la base de la pared que tendremos siempre a nuestra izquierda y al alcance de la mano. Sin darnos cuenta, entre la maleza aparecerán unos escalones en el camino que nos llevarán ante el inicio de la ferrata.
Si dispones de GPS puedes utilizar el siguiente track para llegar a la ferrata.
RECORRIDO
Mi primera sorpresa fue comprobar que en el mismo inicio de la ferrata ya se había producido un cambio. HAN PUESTO MÁS GRAPAS PARA LLEGAR AL CABLE! De verdad que alucino. Se trata de hacer una ferrata no de allanar el camino para que los domingueros de turno puedan subir también! Luego ocurren accidentes y nos echamos las manos a la cabeza. Dios! Cómo añoro los viejos tiempos en los que la montaña estaba reservada a quienes la respetaban y la habían mamado desde pequeños. Ahora te encuentras con inútiles en todas partes. Cuánto daño ha hecho el jodido Decathlon!!
Bueno, a lo que íbamos. El primer tramo de la ferrata es una sencilla toma de contacto con el medio. Aconsejo mirar hacia abajo porque si eres aprensivo y le tienes respeto a las alturas ya puedes darte media vuelta porque nada más empezar los patios son más que respetables.
Avanzamos de forma vertical durante los primeros metros para poco después hacer unos pocos pasos laterales que nos llevan hacia un diedro a la izquierda del espolón. Nos encontramos con un primer tramo de cadena sobre una gran losa de piedra lisa bien acondicionada con grapas que nos facilitan en gran medida el avance. Nada más acabar subimos a nuestra izquierda para acabar alcanzando unos primeros escalones de madera (deteriorados) clavados con varillas al suelo. Aquí es fácil que acabemos tirando piedra a quienes vienen por detrás por lo que conviene ser cuidadoso e intentar no arrastrar los pies.
Pocos metros más arriba el camino termina en una chimenea que subiremos por la izquierda. Al finalizar esta parte habremos acabado con el primer tramo de la ferrata y después de andar por un pendiente de tierra encontraremos el primero de los escapes (o retornos) que existen.
En este caso, el retorno del primer tramo, nos llevaría de nuevo al camino de acceso que pocos minutos antes habíamos ascendido.
Además nos encontramos con una bifurcación. A la izquierda subimos a la cima de un primer espolón y a la derecha vamos directamente al puente tibetano. En caso de hacer el camino de la izquierda deberemos descender por la misma ferrata (son unos pocos metros) para llegar de nuevo a la bifurcación y continuar con el recorrido.
En nuestro caso fuimos directos a la derecha y uno a uno cruzamos un puente que cada día está en peores condiciones. Tiene algún cable al que le quedan dos telediarios y otros que han sido reparados precariamente. Pero aún así es disfrutón y la salida tan vertical es divertida. Desde arriba podremos contemplar, a nuestra espalda, el cim de l'agulla a la que se podía acceder antes del puente y frente a nosotros un gran espolón por el que debemos serpentear.
En breve llegamos al final del segundo tramo, lo sabremos porque llegamos a un camino 'ancho', el escape del segundo tramo que coincide con los otros dos que quedan más arriba, en la tercera parte de la ferrata. Frente a nosotros otra subida vertical indicada con un cartel que avisa que ahora llega el tramo difícil.
Y no sólo eso! Algunos de los tramos de cable han desaparecido por lo que para asegurarse habrá que utilizar los escalones...por lo que pudiera pasar.
A media altura del espolón de roca unos pasos laterales y de nuevo subimos verticalmente para poco después empezar a progresar de forma horizontal. Será aquí donde encontremos el tercero de los escapes, señalizado como 'delicado' por los instaladores. Al menos con cuidado se debería ir si se quiere bajar por aquí aunque ya os digo que este tramo de salida es común si el retorno se realiza desde el final de la ferrata.
Después de asegurar nuestros pasos durante varios minutos siguiendo la horizontal, el cable vuelve a cambiar de nuevo de dirección para ascender otra vez. Será ahora cuando nos encontremos con los primeros pasos desplomados, sencillos de resolver en realidad, seguidos de un curioso cambio de vía. El cable de seguridad acaba en una pared y continua en la de enfrente por lo que por unos momentos tendremos entre nuestras piernas una buena caída!
En realidad se soluciona fácilmente y únicamente se podría encontrar algo de dificultad si nuestra estatura fuese muy pequeña. Aún así una cadena ayuda a que nuestro disipador llegue hasta el otro extremo. Superado este punto seguimos ascendiendo, sabedores de que el final del recorrido se haya cerca.
Poco después, tras superar una encina anclada en la roca vertical, se nos plantean dos opciones:
- Vía normal (más directa, corta y sencilla)
- Vía original (algo más larga y complicada porque presenta un pequeño desplome)
Por nuestra parte tomamos el camino de la vía original, algo más difícil, para salir al punto en el que se encuentra el buzón. Los escalones siguen su recorrido un poco más, solo nos queda superar los pasos que tenemos sobre nuestras cabezas.
Una vez arriba nos hacemos las fotos de rigor, reponemos algo de líquidos y emprendemos la bajada hasta el coche. Hemos subido rápido...no ha estado nada mal!
Avanzamos de forma vertical durante los primeros metros para poco después hacer unos pocos pasos laterales que nos llevan hacia un diedro a la izquierda del espolón. Nos encontramos con un primer tramo de cadena sobre una gran losa de piedra lisa bien acondicionada con grapas que nos facilitan en gran medida el avance. Nada más acabar subimos a nuestra izquierda para acabar alcanzando unos primeros escalones de madera (deteriorados) clavados con varillas al suelo. Aquí es fácil que acabemos tirando piedra a quienes vienen por detrás por lo que conviene ser cuidadoso e intentar no arrastrar los pies.
Pocos metros más arriba el camino termina en una chimenea que subiremos por la izquierda. Al finalizar esta parte habremos acabado con el primer tramo de la ferrata y después de andar por un pendiente de tierra encontraremos el primero de los escapes (o retornos) que existen.
En este caso, el retorno del primer tramo, nos llevaría de nuevo al camino de acceso que pocos minutos antes habíamos ascendido.
Además nos encontramos con una bifurcación. A la izquierda subimos a la cima de un primer espolón y a la derecha vamos directamente al puente tibetano. En caso de hacer el camino de la izquierda deberemos descender por la misma ferrata (son unos pocos metros) para llegar de nuevo a la bifurcación y continuar con el recorrido.
En nuestro caso fuimos directos a la derecha y uno a uno cruzamos un puente que cada día está en peores condiciones. Tiene algún cable al que le quedan dos telediarios y otros que han sido reparados precariamente. Pero aún así es disfrutón y la salida tan vertical es divertida. Desde arriba podremos contemplar, a nuestra espalda, el cim de l'agulla a la que se podía acceder antes del puente y frente a nosotros un gran espolón por el que debemos serpentear.
En breve llegamos al final del segundo tramo, lo sabremos porque llegamos a un camino 'ancho', el escape del segundo tramo que coincide con los otros dos que quedan más arriba, en la tercera parte de la ferrata. Frente a nosotros otra subida vertical indicada con un cartel que avisa que ahora llega el tramo difícil.
Y no sólo eso! Algunos de los tramos de cable han desaparecido por lo que para asegurarse habrá que utilizar los escalones...por lo que pudiera pasar.
A media altura del espolón de roca unos pasos laterales y de nuevo subimos verticalmente para poco después empezar a progresar de forma horizontal. Será aquí donde encontremos el tercero de los escapes, señalizado como 'delicado' por los instaladores. Al menos con cuidado se debería ir si se quiere bajar por aquí aunque ya os digo que este tramo de salida es común si el retorno se realiza desde el final de la ferrata.
Después de asegurar nuestros pasos durante varios minutos siguiendo la horizontal, el cable vuelve a cambiar de nuevo de dirección para ascender otra vez. Será ahora cuando nos encontremos con los primeros pasos desplomados, sencillos de resolver en realidad, seguidos de un curioso cambio de vía. El cable de seguridad acaba en una pared y continua en la de enfrente por lo que por unos momentos tendremos entre nuestras piernas una buena caída!
En realidad se soluciona fácilmente y únicamente se podría encontrar algo de dificultad si nuestra estatura fuese muy pequeña. Aún así una cadena ayuda a que nuestro disipador llegue hasta el otro extremo. Superado este punto seguimos ascendiendo, sabedores de que el final del recorrido se haya cerca.
Poco después, tras superar una encina anclada en la roca vertical, se nos plantean dos opciones:
- Vía normal (más directa, corta y sencilla)
- Vía original (algo más larga y complicada porque presenta un pequeño desplome)
Por nuestra parte tomamos el camino de la vía original, algo más difícil, para salir al punto en el que se encuentra el buzón. Los escalones siguen su recorrido un poco más, solo nos queda superar los pasos que tenemos sobre nuestras cabezas.
Una vez arriba nos hacemos las fotos de rigor, reponemos algo de líquidos y emprendemos la bajada hasta el coche. Hemos subido rápido...no ha estado nada mal!
RETORNO
La ferrata dispone de varios puntos de retorno durante el recorrido:
- Escape 1: Al finalizar el primero de los tramos, en el Collet del Esquirol, un camino nos conecta con el que anteriormente habíamos utilizado para la aproximación a la ferrata.
- Escape 2: Antes de comenzar con el tercero de los tramos un camino ancho cruza el recorrido de la ferrata. Si tenemos en cuenta que por la derecha es por donde se vuelve de los escapes superiores 3 y 4, deberemos tomar a la izquierda si queremos volver al coche. Si alguien en este punto, durante la subida, no puede más, es un buen lugar para esperar a los que continúen.
- Escape 3: Marcado como 'escape delicado' se encuentra justo en el momento en el que comienzan los pasos horizontales de la vía. Coincide con el recorrido del escape desde la cima.
- Escape 4: Retorno desde la cima hasta nuestro vehículo. Descenderemos por el asegurándonos por cables, alguna cuerda y haciendo algún destrepe. El recorrido coincide con los escapes 3 y 2.
Si la ultima de las opciones es la vuestra puede que este track os sirva de ayuda.
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