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Barranco Torrent de la Corba

Cris, Oscar, Álex y yo nos animamos a hacer barrancos entre semana. Nos habíamos propuesto hacer un Anelles para, al día siguiente, enlazar con el Llech pero al final la cosa no prosperó y nos quedamos en que los haríamos por separado. 
Como subir y bajar dos veces a Francia iba a ser una matada decidimos hacer el primer día algo más cerca, por el pirineo catalán. Lo primero que se nos ocurrió, y que nos venía muy en ganas, fue hacernos un Nuria e ir a por todas pero Oscar comentó que hablando con Jordi este le dijo que iba muy pasado y que por la zona teníamos el Torrent de la Corba, bonito y poco conocido. 
Nos miramos el barranco, tenía buena pinta, aunque ya nos podíamos olvidar de dar saltos porque no tenía ninguno, el nivel de agua suele ser bajo y todo lo que nos íbamos a encontrar era rápeles, algunos de más de 25 metros. 
Decididos, aunque con la incertidumbre de no saber si al final lo ibamos a catalogar de 'barranco de coleccionista', pusimos rumbo hacia Ribes de Freser.

DATOS DEL BARRANCO

Longiud: 1200m o 2500 m para la integral.
Desnivel: 250 m o 400m la integral.
Aproximación: 5 minutos
Descenso: 2 horas 30 minutos - 3 horas hasta el cable.
Retorno: 45 minutos
Rapel más largo: 29 m.

APROXIMACIÓN

Desde Viladecans cogemos la C-32 dirección Barcelona para salir por la 16A e incorporarnos a la A2. Más adelante, en la bifurcación de la misma, nos quedaremos en el carril de la izquierda para seguir por la B-23 y posteriormente tomar la AP-7 dirección Mollet del Vallés. En la salida 14 cogemos el desvío que nos incorpora a la C-17 y que ya no abandonaremos hasta que lleguemos a Ribes de Freser.
Nosotros aprovechamos para desayunar un poco en el Bar Freser, recargar pilas y seguir hasta Bruguera por la GIV-5263. Una vez se llega al pueblo, unos metros más adelante, una pista hormigonada sale de la izquierda y nos lleva hasta el punto donde deberemos dejar el vehículo después de recorrer un par de kms. Distinguiremos el punto pues es una curva muy cerrada de izquierdas y hay una zona a la derecha donde podremos estacionar.
El acceso al inicio del cauce no son más de 5 minutos desde aquí por lo que Cris y Álex deciden hacer la aproximación hasta la cabecera del barranco con el peto ya puesto pero Oscar y yo preferimos vestirnos abajo porque está cayendo un sol de justicia y, a veces, 5 minutos se pueden hacer muy largos.
Justo en la misma curva una pista de tierra surge dirección este. Nada más poner los pies en dicha pista, en el margen derecho de ésta, hay resalte de hormigón desde el que se inicia la senda que desciende hasta el barranco. Sólo nos resta seguir el camino evidente que nos lleva hasta el agua...si es que la hay!

Este es el track de la aproximación.

RECORRIDO

Como al final el barranco iba muy bajo de agua decidimos ponernos únicamente el peto y para la parte de arriba la camiseta de neopreno. Aunque la temperatura había descendido gracias a la sombra proporcionada por las paredes que nos rodeaban y la humedad que se desprendía, el calor y el misero caudal hizo que la chaqueta fuese durante todo el recorrido en la mochila.
Durante la primera parte del recorrido los mosquitos revoloteaban a nuestro alrededor como si fuesemos su primera oportunidad de comer en siglos!! No había quien se los quitase de encima supongo que por la promesa de servirles de festín! Eran como Uruks atacando el Abismo de Helm...menuda jauría!
Pasadas las primeras pozas de agua medio estancada llegamos al primero de los rápeles que empezaba seco y terminaba en una pequeña poza, cubierta a media altura, que daba acceso a otro rápel (este de 17m) por donde ya discurría un pequeño hilo de agua. Después de este el caudal pareció aumentar levemente gracias a la ligera aportación de un manantial.
Frente a nosotros un gran bloque de piedra empotrado con varias instalaciones nos hizo imaginar como debía ser este barranco cuando se encuentra en pleno apogeo! Esta parte es la que llaman 'La Capilla', un rápel de 12m con una salida con muy mala leche y que pasa por entre medias del bloque! El paisaje realmente valía la pena.
Ahora tacaba caminar un rato por el curso del agua. Algún destrepe y poca cosa más. Cruzamos una pista ancha y continuamos por el agua caminado un poco más.
Durante todo este trayecto Cris iba como loca buscando y buscando por el agua. Estaba encabezonada con encontrar un tritón!! Quería fotografiar uno porque le encantan y, según ella, se daban las condiciones ideales para ver alguno. La verdad es que los renacuajos se contaban a miles!
Al final su búsqueda obtuvo recompensa y no sólo pudo ver uno...fueron casi una decena! Tritones, salamandras, sapos... Había mucha vida en aquellas aguas tranquilas.
Después de aquello empezamos el segundo tramo que nos aguardaba con dos rápeles de 14 y 13 metros consecutivos donde el agua continuaba siendo prácticamente testimonial. Más abajo, en las aguas tranquilas de las pozas, los tritones retozan ajenos a los motivos por los que osábamos perturbar sus dominios.
Nos entretenemos con el paisaje, nos fotografiamos junto con la fauna del lugar y continuamos nuestro camino que nos lleva, finalmente, a la zona de rápeles altos del descenso.
El primero nos hace atravesar la curvatura de un arco natural de piedra y nos deja, de forma inmediata, a los pies del siguiente, cuya salida tiene su gracia pues hay que sentarse en el abismo que se abre bajo nosotros para poder acceder a la reunión. La instalación nos queda a nuestra derecha y fuera, en la lisa roca, lo que no facilita nada la operación de salida.
Una vez abajo instalamos cuerda en el más alto de todos ellos y mientras Álex y Oscar descienden Cris y yo nos entretenemos con una salamandra que descubrimos entre la maraña de ramas que se acumulan en la poza.
Ya no quedan mucho, únicamente un par instalaciones más en las que aprovechamos para hacer algunas prácticas montando desembragables, pasamanos y rápeles guiados. Siempre viene bien hacer memoria por lo que nos podamos encontrar cualquier día.
Después de varios resaltes nos encontramos a nuestra derecha la que será nuestra salida (pues si continuásemos por el río podríamos retornar por el pueblo) equipada con cable y que nos saca por el cauce seco de otro barranco. Recogemos y nos quedamos en bañador para afrontar la subida que aún nos queda por delante, bajo un sol abrasador y sin agua. Somos lo peor, nos la hemos dejado en el coche!

RETORNO

Desde un principio el camino es evidente, siempre hacia arriba y siguiendo el cable que nos hace de guía más que de seguro pues en muchos puntos está roto. Pero ojo, no hay que despistarse pues después de unos metros de ascensión abandonamos la subida por el barranco para adentrarnos por la izquierda en el bosque. Hay que ir atentos en este punto para no perdernos.
Una vez en la senda hay que seguir su trazada, siempre en ascenso muy pronunciado y no siempre bien marcado, que nos guiará a través del bosque.
Si lo hemos hecho correctamente saldremos a un camino ancho que deberemos tomar a la izquierda (siempre tendiendo a subir) y que no abandonaremos hasta llegar a la carretera.

Este es el track del retorno.

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Gorgues del Llech

Después de pasar dos productivos días en Viadós con Cris y Sira haciendo los picos de Punta de Sabre (3136m) y Bachimala (3177m), se acercaba el fin de semana y el tan deseado descenso del Llech! Hacía unos días que habíamos quedado Jordi, Eva, Xevi, Sus, Joker y yo para ver en que estado nos lo íbamos a encontrar. Las malas lenguas nos decían que podía ir cargado de agua y por nada del mundo nos lo queríamos perder!!
Esta vez el grupo de jabatos nos habíamos desperdigado: Cris y Sira estaban de triatlón, Marta y Oscar en Sant Pere Pescador haciendo Kite y Rober en casa dándole a la play con la rodilla hecha trozos!! 
Que remedio...tenía que sacrificarme e ir por ellos! (jejeje)
A la hora acordada (06:00 am) me presento en casa de Jordi y hacemos el cambio de coche. Ibamos a ir tirando porque Xevi nos esperaba en la Junquera y Sus y Joker llegaban tarde, pero al final, no se si porque conducían a la velocidad de la luz, nos juntamos con ellos dos en el área de servicio de Bellaterra.
Carretera y manta que nos esperan para desayunar y nos cierran el barranco!
Por una vez no me duermo en la ida y consigo mantenerme en estado de semi-consciencia durante todo el trayecto. Sólo parpadeo y, por supuesto, me entra hambre!
Así que una vez reunidos todos caen unos buenos bocatas y unos cafeles con leche para el body. Hay que coger fuerzas que aún quedan unos kms y luego, dentro del agua, como de costumbre, no abrimos el bote estanco para nada!
Ponemos rumbo a la frontera y después hacia Prades.

FICHA DEL BARRANCO

Topo
Dificultad: Media
Horario de aproximación: 30 minutos
Horario de descenso: 2 horas aprox.
Horario de retorno: 30 minutos
Longitud: 1000 metros
Desnivel: 180 metros
Material: Neopreno completo y cuerda 2x15m o 1x30m
Periodo de descenso: Reglamentación
Observaciones: Una piedra sumergida en un pasillo sin peligro aparente con muy mala leche (famoso rompetibias) señalizado con un triangulo pintado en rojo, posible rebufo antes del salto de 10 metros y otro en un tobogán (lavadora) en el que hay que protegerse el codo derecho por posible golpe en la roca.

APROXIMACIÓN

Pasada la Jonquera, la AP7 se convierte en la A9 (Francia) que seguimos hasta la salida 42. Allí debemos seguir indicaciones para llegar a Prades que nos llevaran hasta la N-116 que no abandonamos hasta pasar Vinça. Superada esta, y antes de llegar a Marquixanes, unos carteles indicativos a nuestra izquierda nos muestran el camino hasta Espira de Conflent, Finestret y Estoher por la D-25. Seguimos la misma hasta Estoher, donde nada más entrar en la población tomamos la calle de nuestra derecha para llegar hasta el cementerio y continuar ascendiendo, primero por una pista asfaltada que posteriormente se vuelve de tierra. Seguimos subiendo por la pista hasta llegar al parquing acotado donde dejamos nuestros vehículos.
Es aquí donde empieza el tramo a pie. Al llegar nos asustamos bastante porque bien bien se podían contar 30 coches. Si toda esa gente estaba dentro del barranco...nos iba a tocar esperar mucho!
Mientras nos estábamos cambiando Sus se da cuenta que su neopreno no está! Al parecer, mientras hacían el cambio de material del coche de Joker al de Jordi, se ha quedado en el maletero. Seguramente ha sido cosa de que llevaba también el neopreno nuevo de Cris y se han liado con las bolsas!! Putada gorda después de tantos kms!!! Joker no se lo piensa y decide quedarse con ella para buscar un plan alternativo, quizás una pateada por la zona.
Antes de entrar al agua
Aprovechando que ellos dos no iban a hacer el barranco nos suben con el todo terreno hasta donde empieza el  descenso con lo que nos ahorramos todo el tramo de pista polvorienta. Además los gendarmes están por la zona controlando el tema de los vehículos se enrollan bastante y no nos ponen pegas.
Una vez a pie solo nos queda seguir la senda marcada en el bosque que nos lleva derechos a la cabecera del barranco y a la zona en la que debemos ponernos todo el material.

Track de la aproximación hasta la cabecera.

DESCENSO

Nada más empezar el barranco ya nos damos cuenta de que promete bastante. El primero de los saltos baja con alegría y la pequeña cascada crea una buena espumarada.
La superamos rápidamente, destrepamos las siguientes pozas y llegamos al tobogán que nos escupe como si fuésemos misiles! Menuda fuerza lleva. Nos miramos como críos!! Más más más! Hoy el barranco está que se sale.
Al entrar en la cascada de 13m nos encontramos con la instalación por la izquierda ocupada. Tenemos un grupo justo delante así que instalamos por la derecha, por la zona seca, para intentar ganar algo de tiempo e intentar adelantarlos. Lástima porque baja cañaco y probar el tobogán con un trozo de cuerda hubiese sido interesante!!
Bajamos rápido pero el grupo ya se había puesto en marcha, aunque los volvemos a pillar mientras están pensando si saltar el de 9m. Nosotros llegamos y sin mirar ya estamos volando hasta el agua.
Seguimos hasta el siguiente tobogán que nos vuelve a lanzar sin miramientos hasta la poza inferior. Al comentarlo con Jordi nos dice que él lo ha llegado a hacer con más agua...cómo debía bajar entonces? Miedo debía dar pero a él lo que le va es eso!
Seguidamente unos pequeños destrepes no dejan en la zona del rompetibias. No tiene equivocación posible porque antes de llegar está señalizado con un triangulo rojo pintado a spray en las rocas de la derecha (algo borrado ahora). Justo después un tímido tobogán aguarda con una desagradable sorpresa!! Hay que evitarlo por la izquierda, es más sencillo.
Nos toca andar unos metros hasta que llegamos a una gran piedra empotrada desde la que podremos saltar (ojo al subirse, resbala) o bien rapelar o saltar desde su izquierda. Xevi y yo lo hacemos desde arriba y Jordi le enseña a Eva como colocarse para hacerlo desde el otro lado.
Después de éste, otro salto nos deja en la lavadora! Baja agua y se ve girar con ganas en la poza haciendo espumilla!! Me atrevo primero y salgo bien. Tenía mala pinta pero en realidad no llevaba tanta fuerza así que todos superamos este tramite sin problemas aunque no sin alguna centrifugada.
Llegamos a la lanzadera. Jordi baja primero porque les va a demostrar al grupo que llevamos delante como se debería hacer. El tío va y se tira apartando a los que estaban primero, además sentado que parece que va cabalgando como los vaqueros! La peña nos mira diciendo: Tu amigo está mu loco! Se ha tirado sentado!!
Para nosotros es normal...es el Jordi...forma parte de él!!
Lanzadera y luego tobogán en S que nos deja en la poza del rápel obligado. Instalamos por la izquierda, por el agua y sin darnos cuenta a estamos los cuatro abajo, lo que es una lástima porque significa que esto ya se acaba.
Por delante un par de toboganes y un pasamanos por la izquierda que nos lleva al camino de retorno. Pero antes Jordi y yo nos lanzamos saltando desde aquí arriba.No nos podemos ir de aquí sin hacerlo, eso si, flexionando como si no hubiese un mañana!.

RETORNO

Mientras nos estamos quitando el material, junto a los escalones del camino de retorno, llega Sus. Había bajado con la intención de darse algún baño mientras nos esperaba llegar. El tema es que ya estamos acabando y sólo le da tiempo a poco más que un chapuzón. El problema viene luego, cuando  Jordi le pide las llaves del todoterreno...no las encuentra!! Se viven momentos de pánico que por suerte se solventan al localizarlas en un bolsillo de la mochila. Menos mal porque no había otras!!
Ahora nos espera una buena subida siguiendo las marcas azules. El camino asciende sin parar con una pendiente bastante pronunciada que casi no da respiro ni momento de tregua. La mochila con el material mojado pesa una exageración y las correas se clavan en los hombros cosa mala. El calor es agobiante y en un momento el sudor nos cae por la frente haciendo que nos escuezan los ojos.
Aprieto un poco el ritmo...al menos que me sirva de entrenamiento.
En poco más de 20 minutos llegamos al parquing donde los coches se tuestan al sol!! Que día se ha quedado!
Ya podemos decir que ha sido un día completo y que nos vamos de aquí con los deberes cumplidos.

Track del retorno hasta el coche.


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Punta Sabre (3.136 m) y Bachimala (3.177 m)


Teníamos ansias de montaña y la espinita de un intento frustrado por el mal tiempo el año pasado. Así que no lo pensamos mucho, con el par de días que teníamos libres nos fuimos para Viadós.
Salimo el martes después de comer, Sergio, Sira y yo. Y en unas 4 horas de coche que se nos pasaron volando nos plantamos en el refu.
Para llegar, desde Hospitalet de Llobregat en nuestro caso, tomamos la A-2 en dirección Lleida y la cambiamos por la A-26 dirección Huesca hasta encontrar el desvío a Barbastro. Tomamos la  A-138, atravesamos Aínsa (lugar de visita más que recomendable) y a unos 25 km tomamos el desvío a San Juan de Plan, por la carrertera A-2609. Allí ya encontraremos señalización expresa del Refugio de Viadós/Biadós, a donde llegaremos resiguiendo 10 km de pista de tierra transitable y con un paisaje encantador.

Sobre las 20:00 estábamos colocando los sacos en nuestras camitas, en una habitación de ocho plazas que compartiríamos únicamente con un hombre.
Un ratito fuera del refu disfrutando de la tranquilidad del lugar y de las imponentes vistas del Posets ante nosotros, y directos al comedor, que se estaba más calentito y ya tocaba cenar.
Hasta el jefe de la casa se sorprende de cómo acabamos con todo, "si venís hoy de casa!" Sopita, ensalada, y costillas de cerdo. Vinito que ayuda a dormir y un yogur.

FICHA DE LA RUTA

Dificultad: Media
Desnivel positivo: 1450 metros
Distancia: 14kms
Tiempo empleado: 8 horas 15 minutos
Track de todo el recorrido

RECORRIDO

Después del desayuno, que nos dejaron preparado de víspera, porque bajamos a las 06:45, empaquetamos todo y dejamos ya nuestros cachivaches en el coche, y salimos del refu dándole la vuelta para ir a buscar por su parte posterior el sendero que da inicio a nuestra ruta. Menuda rampita nada más empezar! Unos veinte minutos muy intensos que hicieron que si teníamos algo de frío, desapareciera de repente. Nos sobraba todo!
Este primer tramo es cerrado, en un bosque de pinos, y nos deja en una zona abierta, de arbustos bajos, donde el camino se va alejando del cauce del río, dejándolo a nuestra derecha, y nos sube hasta el primero de los verdes prados que nos iremos encontrando loma tras loma.

A partir de aquí, podremos ver en todo momento el destino de nuestros pasos, aunque muy lejos, así que ya no tenemos pérdia.
Frente a Sergio, Señal de Viadós
Fuimos subiendo xino-xano las rampas que se sucedían, unas más llevaderas que otras, hasta llegar a la base del pico Señal de Viadós, que evitamos por su izquierda accediendo al collado homónimo. En este punto encaramos la subida a Punta Sabre, más directa imposible. Primero caminamos con mucha pendiente, después nos deslizamos levemente por una pequeña cresta y poco tardamos en encaramarnos a la roca. 
El desnivel aquí fue tremendo, pero mucho más asequible que en las praderías previas, pues subir con pies y manos hace que repartamos el esfuerzo, y además la concentración por no equivocar ninguno de los pasos no nos dejó pensar en el cansancio.
Después de trepar con mucha tensión pero contentos como niños chicos, y después de varios repechos engañosos, nos escurrimos entre rocas muy rotas, calculando muy bien cada movimiento, hasta llegar a la cumbre de Punta Sabre (3136 m). 
Otro 3000 a la butxaca! La alegría fue tremenda, cómo mola que las cosas salgan bien!

Paramos muy poquito porque por las montañas francesas asomaban ya nubes que parecían querer venir hacia nosotros, y aún teníamos algo de faena por delante.
No está mal, la cresta...
Sin bajar el nivel de tensión, pues los pasos aéreos no habían hecho más que empezar, nos metimos de lleno en la cresta que nos conduciría hasta Bachimala. No estaba lejos, pero nos llevó unos 45 minutos. La roca está muy rota y hay que ir con cuidadito. Pero la sensación de estar danzando allí arriba, con una anchura de un metro en muchos puntos y una caída de más de 100 metros a ambos lados, era genial.



Y por fin, cumbre en Bachimala (3177 m.), que nos recibió con los últimos restos de nieve de esta temporada.

Cumbre de Bachimala
La bajada, muy evidente, nos llevó primero por una tartera que deshicimos enseguida, pero que no quiero pensar en lo largo que se debe hacer subirla. Y luego por camino marcado con hitos fuimos cerrando la olla que forman los dos picos conquistados con el anterior mencionado Señal de Viadós, hasta llegar de nuevo al collado. Desde aquí sólo tuvimos que desandar el camino que habíamos hecho por la mañana.
Sí, de allí venimos
Hay que decir que la bajada fue matadora para nuestras rodillas, pero el pecho cargado de contentura, y la cervecita que nos tomamos en el refu, con los pies libres de la presión de las botas, nos quitaron todos los males.

Qué bien nos sientan estas cosas... Siempre quiero más!
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Les Agudes (1.706 m) por Castellets y Turó de l'Home (1.712 m)

Aprovechando un hueco, en una semana en la que el tiempo nos había vuelto a jugar una mala pasada, decidimos movernos un poco para no oxidarnos con el agua que estos días había caído.
Además mi hermana estaba deseando volver a hacer algo y había que aprovechar para ir introduciéndola en el mundillo de las maldades montañeras y todas sus variantes. Así que nos buscamos algo por aquí cerca, entretenido y que después pudiésemos ir a comer a un buen sitio.
Rápidamente pensamos en el Montseny pero...para hacer qué? Un Matagalls? Turó de l'Home? Y si nos hacemos Les Agudes pero por la cresta de Castellets y luego nos acercamos al Turó??
Oscar, Marta y Patricia no lo habían hecho y les pareció una buena idea. El recorrido es divertido y la grimpada hace que se salga de lo común. Además por aquella zona prácticamente no va gente y eso nos haría tener un día más tranquilo teniendo en cuenta que era sábado y que íbamos al Montseny.
Y para recuperar fuerzas después... Qué mejor que pasar por el Avet Blau!!?

FICHA DE LA RUTA

Dificultad: Fácil
Distancia: 10 km
Tiempo empleado: 4h
Desnivel: 687 m
Cota más elevada: 1.712 m (Turó de l'Home)
Track del recorrido


RECORRIDO

Después de dejar el coche en la zona acondicionada para tal menester nos equipamos con lo poco que hemos traido. Esta vez no es necesario un gran despliegue técnico así que vamos ligeros con las bambas de trail, algo de agua, unas barritas y poco más que un cortavientos por si acaso. Cruzamos la carretera y entramos al bosque por el margen de la misma, por el hayedo, ahora verde y frondoso. 
El camino sube nada más empezar. Piedras que surgen de entre las hojas caidas nos ayudan a ir ascendiendo... Rápido, bastante rápido! Marta se ha puesto en cabeza y va marcando un ritmo frenético al que ninguno de nosotros se opone! La tia viene de cascarse ayer un entreno de miedo y ahí está, dádolo todo y poniendo el listón muy alto!
Mi hermana se engancha a ella y no se queja, va al rebufo como quien dice. Al final se ponen a hablar de carreras y se animan la una a la otra! 
Oscar y yo entretando nos liamos con las fotos... La cosa pinta mal. Yo no he cargado la cámara y se me funde la batería con la primera que hago y la suya está temblando. Bueno, habrá que tirar de móvil a ver que tal salen.
La primera parte del recorrido sólo se trata de andar (aunque en nuestro caso casi ibamos corriendo) siguiendo las marcas rojas pintadas en piedras, árboles... Las lindes del sendero en muchas ocasiones están repletas de ortigas que, por suerte para el resto, Oscar se encarga de catar!
Y así, sin descanso, llegamos a una zona abierta desde la que podemos adivinar el pico de Les Agudes y la cresta que tenemos por delante. Rápidamente nos encontramos con las escaleras, el tramo de roca donde por fin la cosa comienza a ponerse divertida. Aquí es donde comienza a ser necesario, en alguna ocasión, hacer uso de las manos para poder ascender, ahora si, verticalmente por las piedras.
Aunque la grimpada es fácil, muy fácil, aquí no valen despistes ni bromas pues los patios que vamos dejando atrás empiezan a ser de considerable altura y un error aquí podría ser fatal.
Entre tanta carrera vamos comentando que se nos hace extraño no ver a nadie más, es sábado y estamos solos, no nos hemos cruzado con nadie por el camino y no se oye absolutamente nada. Por nosotros perfecto está claro!
Las piedras se suceden una detrás de otra. Ahora una mano aquí, la punta del pie allá... Seguimos siempre arriba hasta que, de nuevo, el suelo vuelve a tomar su habitual horizontalidad!!
Hemos tardado una hora en llegar a la cima!!
Que no había nadie? El pico de Les Agudes está a reventar! Aquí no cabe nadie más! Padres, madres, niños, perros...menos mal que estábamos solos. Al parecer nuestra ruta es de las menos transitadas porque a lo lejos, mirando hacia el Turó de l'Home, se ve una rambla de gente que aún está por subir.
No nos encantamos mucho, lo justo de hacer unas fotos y que nos pidan que les hagamos. Salimos de allí por patas: pies para que os quiero?
Y corriendo bajamos la cuesta que nos lleva hasta el coll de les Agudes (recorrido marcado con postes de madera) y seguimos corriendo hasta llegar al mismo pico del Turó de l'Home. En quince minutos nos plantamos allí y aprovechamos para, ahora si, tomarnos un descanso y comer algo.
Aquí hay menos gente, se está más tranquilo, así que nos lo tomamos con calma, vamos con tiempo de sobras para bajar. Hasta las 14:30 no tenemos hora en el restaurante, lo que nos queda ahora es disfrutar de la bajada!
El camino de vuelta sale de la misma cima, la rodea por detrás, cruzando la carretera del Turó del Home y baja por una ladera herbosa que poco después se adentra en el bosque. Seguimos el camino que nos lleva hasta la Font Brianco donde nos refrescamos y cargamos de agua las cantimploras.
En lo que queda de camino nos encontraremos con varios cruces en los que deberemos ir atentos. En varias ocasiones pensábamos que nos habíamos equivocado porque la vegetación ha cubierto mucho la senda y es muchos puntos es poco clara ya que este recorrido, por lo que pudimos comprobar, casi no está transitado.
Hayas, musgo, hojas secas que inundan el camino por encima de los tobillos...el paisaje es espectacular y nuevamente nos encontramos solos. No podemos pedir más... Bueno, si, llegar pronto al restaurante para saciar un hambre cada vez mayor!!
Si hemos hecho bien las cosas volveremos a encontrarnos con el camino que utilizamos para subir, el del principio, y que haciendo al contrario nos dejará nuevamente en el coche. Si lo hacemos mal y nos equivocamos en alguno de los desvíos llegaremos a la carretera, antes del punto donde hemos dejado el coche, y nos tocará andar por el asfalto.
Ahora si! Una vez en el coche nos despojamos de las mochilas, nos cambiamos de calzado y salimos zumbando hacia el Avet Blau...ya solo quedan por saciar nuestras ganas de comer!

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