Hacía varias semanas que teníamos en mente hacer una escapada hasta la sierra de Guara para poder apaciguar nuestras ganas de hacer barrancos. Quisimos evitar acercarnos en semana santa, para no encontrar aglomeraciones en los descensos, por lo que fuimos retrasando nuestra partida. Pero los días pasaban y el tiempo seguía haciendo de las suyas por lo que no quisimos arriesgar para volvernos a casa sin haber conseguido nada. Finalmente, cuando las lluvias nos dieron un respiro, montamos nuestros petates, hicimos las mochilas y pusimos rumbo hacia Alquezar, nuestra ya habitual base de operaciones en anteriores aventurillas.
Habíamos quedado a las 7 en casa de Rober por lo que a Álex tenía que recogerme un poco antes para ir bien de tiempo....el problema: que si no llega a ser por él aún estoy durmiendo!! Y lo peor es que no había preparado nada!!
Con el turbo puesto lo preparo todo, me lavo como los gatos y consigo contestar a alguna de las diez mil millones de preguntas que el tío me hacía mientras yo, con mi empanada matutina, intentaba concentrarme en hacer las cosas.
Con media hora de retraso recogemos a Rober y, ahora si, salimos zumbando hacia Binefar donde Ignasi, un compañero de Álex, nos espera para unirse a la fiesta. Mientras, por el camino, aprovechamos las ventajas de ir en el carraco de Álex y nos ponemos una peli.
Después de los saludos, presentaciones y demás nos marcamos un buen desayuno para no tener que volver a parar antes de empezar el barranco y deshicimos los kilómetros que aún nos faltaban hasta llegar al camping de Alquezar para recoger la llave del Albergue y dejar las maletas, comida y sacos de dormir.
FICHA DEL BARRANCO
Longiud: 1500 m.
Desnivel: 90 m.
Altitud de cabecera: 700 msnm.
Aproximación: 30 minutos
Descenso: 1h30 - 2 horas
Retorno: 15 minutos
Rapel más largo: 7 m.
Desnivel: 90 m.
Altitud de cabecera: 700 msnm.
Aproximación: 30 minutos
Descenso: 1h30 - 2 horas
Retorno: 15 minutos
Rapel más largo: 7 m.
APROXIMACIÓN
En nuestro caso tomamos como punto de partida el pueblo de Alquezar por lo que vamos por la A-1233 dirección Radiquero para seguir hasta Adahuesca para desviarnos por la A-1230 dirección Bierge donde cambiaremos a la A-1227 para seguir hasta Morrano, Yaso y Bastarás. Antes de llegar a Panzano un puente cruza el río Formiga. Este es nuestro punto de partida, en este parquing es donde deberemos dejar nuestro vehículo para empezar la aproximación a pie.
Aquí nos ponemos el bañador, la camiseta de neopreno, los escarpines y las FiveTen. Rober y Ignasi estrenan hoy las Bestard y todos estamos a la expectativa de ver como se comportan porque dependiendo de como lo hagan no volveremos a repetir con las Five.
En el petate va el neopreno, el arnes y demás hierros, el bote estanco (con alguna barrita, un encendedor, un frontal, manta térmica y el móvil) y la cuerda (el rapel más largo es de 7m., con 15m. sería suficiente)
Nos ponemos a andar por un sendero que cruza el río nada más salir y comenzaremos a remontarlo teniéndolo siempre a nuestra izquierda. Llaneamos entre pinos justo hasta el punto en el que el descenso del barranco finaliza. Aquí podemos ver algún grupo que ya ha terminado su jornada y se dispone a volver al coche. Nosotros continuamos, ahora subiendo progresivamente, hasta que llegamos a la Cueva de las Polvorosas situada en una cornisa desde la que vemos el cañón en toda su amplitud. De cornisa en cornisa llegamos a una zona más aérea y expuesta equipada con un pasamanos de seguridad. al final de este descendemos para adentrarnos en la cabecera del cauce.
Haz clic aquí si quieres conseguir el track de la aproximación.
DESCENSO
Viendo que en la cabecera se estaban acumulando grupos de franceses (es que no trabajan entre semana?) decidimos ponernos todo el equipo en una repisa que hay justo antes del rapel que da acceso al cauce del río. Nos dimos toda la caña posible porque al menos teníamos como quince personas por delante. Ataviados con todo nos tiramos de cabeza al agua y su fría realidad nos hizo despertar del letargo acumulado en el viaje. Ya estábamos en Guara y las condiciones del barranco eran inmejorables.
El caudal era alto, o al menos más alto que en otras ocasiones que nos hemos dejado caer por aquí, lo cual facilitaba nuestros movimientos, ya que básicamente nos dedicábamos a saltar allí donde hubiese un palmo de agua. En el primer rápel de 7 nos encontramos otro grupo de franceses que estaban instalando cuerda, Álex como siempre quería saber si se podía saltar y yo me dediqué a instalar desde la otra reunión para que Rober bajase a comprobar. Sólo cubría hasta la cintura, suficiente para que, sin dejar tiempo a pensar, Álex ya estuviese volando por los aires.
Pues, que le vamos a hacer? Habrá que saltar, no? Y detrás de nosotros algún que otro Galo también lo probó...sólo era cuestión de flexionar, si? Bueno, nosotros a lo nuestro. Una badina y de nuevo otro grupo instalando. Pero esto no era destrepe y tobogán por la derecha?? Pues va a ser que sí porque me acordaba hasta yo que ya es mucho! Así que Rober que se lanza y luego el resto para llegar a la zona de troncos encajados y el sifón.
Comentamos que el agua no está fría en comparación con otros años, nos resulta curioso. Será por los guantes? O a que nos estamos inmunizando? Sea como sea lo cierto es que, aun así, los pocos rayos de sol que llegan a entrar hasta el fondo del barranco son acaparados como si no fuese a haber un mañana. A partir de aquí lo que queda es un paseo entre las badinas a las que aprovechamos para saltar desde las cornisas que surgen por la izquierda del cauce. De nuevo se estrecha y en ambos márgenes aparecen apiladas piedras, como precarias Torres de Pisa, que retan la gravedad y su implacable influencia. Pero allí siguen, año tras año, testimonio mudo del paso de aquel barranquero que quiso inmortalizar su huella en el tiempo.
Este es el track del descenso.
RETORNO
En nuestro caso tomamos como punto de partida el pueblo de Alquezar por lo que vamos por la A-1233 dirección Radiquero para seguir hasta Adahuesca para desviarnos por la A-1230 dirección Bierge donde cambiaremos a la A-1227 para seguir hasta Morrano, Yaso y Bastarás. Antes de llegar a Panzano un puente cruza el río Formiga. Este es nuestro punto de partida, en este parquing es donde deberemos dejar nuestro vehículo para empezar la aproximación a pie.
Aquí nos ponemos el bañador, la camiseta de neopreno, los escarpines y las FiveTen. Rober y Ignasi estrenan hoy las Bestard y todos estamos a la expectativa de ver como se comportan porque dependiendo de como lo hagan no volveremos a repetir con las Five.
En el petate va el neopreno, el arnes y demás hierros, el bote estanco (con alguna barrita, un encendedor, un frontal, manta térmica y el móvil) y la cuerda (el rapel más largo es de 7m., con 15m. sería suficiente)
Nos ponemos a andar por un sendero que cruza el río nada más salir y comenzaremos a remontarlo teniéndolo siempre a nuestra izquierda. Llaneamos entre pinos justo hasta el punto en el que el descenso del barranco finaliza. Aquí podemos ver algún grupo que ya ha terminado su jornada y se dispone a volver al coche. Nosotros continuamos, ahora subiendo progresivamente, hasta que llegamos a la Cueva de las Polvorosas situada en una cornisa desde la que vemos el cañón en toda su amplitud. De cornisa en cornisa llegamos a una zona más aérea y expuesta equipada con un pasamanos de seguridad. al final de este descendemos para adentrarnos en la cabecera del cauce.
Haz clic aquí si quieres conseguir el track de la aproximación.
DESCENSO
Viendo que en la cabecera se estaban acumulando grupos de franceses (es que no trabajan entre semana?) decidimos ponernos todo el equipo en una repisa que hay justo antes del rapel que da acceso al cauce del río. Nos dimos toda la caña posible porque al menos teníamos como quince personas por delante. Ataviados con todo nos tiramos de cabeza al agua y su fría realidad nos hizo despertar del letargo acumulado en el viaje. Ya estábamos en Guara y las condiciones del barranco eran inmejorables.
El caudal era alto, o al menos más alto que en otras ocasiones que nos hemos dejado caer por aquí, lo cual facilitaba nuestros movimientos, ya que básicamente nos dedicábamos a saltar allí donde hubiese un palmo de agua. En el primer rápel de 7 nos encontramos otro grupo de franceses que estaban instalando cuerda, Álex como siempre quería saber si se podía saltar y yo me dediqué a instalar desde la otra reunión para que Rober bajase a comprobar. Sólo cubría hasta la cintura, suficiente para que, sin dejar tiempo a pensar, Álex ya estuviese volando por los aires.
Pues, que le vamos a hacer? Habrá que saltar, no? Y detrás de nosotros algún que otro Galo también lo probó...sólo era cuestión de flexionar, si? Bueno, nosotros a lo nuestro. Una badina y de nuevo otro grupo instalando. Pero esto no era destrepe y tobogán por la derecha?? Pues va a ser que sí porque me acordaba hasta yo que ya es mucho! Así que Rober que se lanza y luego el resto para llegar a la zona de troncos encajados y el sifón.
Comentamos que el agua no está fría en comparación con otros años, nos resulta curioso. Será por los guantes? O a que nos estamos inmunizando? Sea como sea lo cierto es que, aun así, los pocos rayos de sol que llegan a entrar hasta el fondo del barranco son acaparados como si no fuese a haber un mañana. A partir de aquí lo que queda es un paseo entre las badinas a las que aprovechamos para saltar desde las cornisas que surgen por la izquierda del cauce. De nuevo se estrecha y en ambos márgenes aparecen apiladas piedras, como precarias Torres de Pisa, que retan la gravedad y su implacable influencia. Pero allí siguen, año tras año, testimonio mudo del paso de aquel barranquero que quiso inmortalizar su huella en el tiempo.
Este es el track del descenso.
RETORNO
Después de varios chapuzones y de tomar un poco el sol (casi sin tiempo a que Rober le de un par de bocados a su barrita energética) nos ponemos de nuevo en marcha, ahora deshaciendo lo andado al principio, en dirección al parquing donde dejamos el vehiculo. En este caso el retorno es evidente pues coincide con el camino de aproximación.
Ya en el coche lo guardamos todo en bolsas industriales de basura para no mojar el maletero y con el bañador puesto nos vamos directos hasta Bastarás para poder acceder al barranco de Gorgonchón. Como vamos en todo terreno podemos bajar por la pista hasta dejar el vehículo en un segundo cartel y donde el camino ya se hace impracticable. Nuestra sorpresa (mala en este caso) es que al llegar a la cabecera el agua se introduce en el barranco como si no hubiese un mañana. El nivel es altísimo y la fuerza con la que entra es brutal por lo que no nos arriesgamos y volvemos al coche para poder llegar a Alquezar.
MISCELÁNEA
Cerveza, ducha y relax para hacer tiempo para la hora de la cena. Estamos en contacto con Cris y Sira pues están de camino y las queremos esperar. Como siempre que venimos a Alquezar (somos animales de costumbres) entramos en el Mesón del Vero donde la comida es buena y los precios razonables. Además, después de varios años, ya nos conocen y el trato es muy familiar.
Al final cenamos por separado pues no estaba claro que las niñas llegasen antes de la hora del cierre de la cocina pero hacemos el café juntos y charlamos sobre lo que haremos al día siguiente si el tiempo nos deja ya que la predicción para la jornada que nos aguarda era de lluvia.
Al final acabaremos haciendo Fornocal, Sarratanas y Palomeras del Fornocal mientras Cris y Sira se dedican a hacer ferratas por la zona y a caminar por la Sierra. Se unirán a nosotros el miércoles para descender el Mascún.
Ya en el coche lo guardamos todo en bolsas industriales de basura para no mojar el maletero y con el bañador puesto nos vamos directos hasta Bastarás para poder acceder al barranco de Gorgonchón. Como vamos en todo terreno podemos bajar por la pista hasta dejar el vehículo en un segundo cartel y donde el camino ya se hace impracticable. Nuestra sorpresa (mala en este caso) es que al llegar a la cabecera el agua se introduce en el barranco como si no hubiese un mañana. El nivel es altísimo y la fuerza con la que entra es brutal por lo que no nos arriesgamos y volvemos al coche para poder llegar a Alquezar.
MISCELÁNEA
Cerveza, ducha y relax para hacer tiempo para la hora de la cena. Estamos en contacto con Cris y Sira pues están de camino y las queremos esperar. Como siempre que venimos a Alquezar (somos animales de costumbres) entramos en el Mesón del Vero donde la comida es buena y los precios razonables. Además, después de varios años, ya nos conocen y el trato es muy familiar.
Al final cenamos por separado pues no estaba claro que las niñas llegasen antes de la hora del cierre de la cocina pero hacemos el café juntos y charlamos sobre lo que haremos al día siguiente si el tiempo nos deja ya que la predicción para la jornada que nos aguarda era de lluvia.
Al final acabaremos haciendo Fornocal, Sarratanas y Palomeras del Fornocal mientras Cris y Sira se dedican a hacer ferratas por la zona y a caminar por la Sierra. Se unirán a nosotros el miércoles para descender el Mascún.
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