Siguiendo el recorrido que hemos hecho por la isla, nos acercamos a la zona de Zonza para buscar la concurrida cascada Piscia di Gallu (pipí de gallo), que tantísimas visitas de turistas recibe. Aunque nosotros, primero la veremos desde arriba...
Para llegar aquí, tomamos la carretera desde Ospedale en dirección Zonza y, una vez hayamos sobrepasado la presa del pantano giraremos a la izquierda circulando pos una carretera en el interior de un bosque en ligero descenso. Como a unos 800-1000 metros del desvío, deberemos aparcar, habiendo multitud de opciones, pues es una zona muy transitada por excursionistas.
FICHA DEL BARRANCO
Desnivel: 100 m.
Aproximación: 20'
Descenso: 2h
Retorno: 45'
Dificultad: Media
Rápel más largo: 60 m.
Escapes: No.
Material: A parte del obvio, un mosquetón de hierro por persona.
Allá al fondo tenemos la curva |
APROXIMACIÓN
Desde donde aparcamos, hemos de coger el sendero que baja por el bosque, señalando que se dirige a la cascada. Cuando el camino se abre y salimos del bosque, debemos abandonarlo para ir a buscar el cauce del río y caminar por su orilla izquierda orográfica siguiendo el curso descendente hasta encontrar una marcada curva a la derecha, donde podremos ver la primera instalación.
DESCENSO
La presa del pantano regula el cauce durante todo el año, por lo que suele ser permanentemente un cauce divertido. Esto no quita que en época de muchas lluvias y atendiendo a la condición de estrechez de la parte central de la gorga, podamos encontrar el barranco muy petado.
Nosotros rapelamos los dos primeros resaltes desde la reunión que encontramos nada más acceder al barranco, con las reseñas que habíamos leído nos pareció lo más adecuado. Pero una vez hecho y vivido en primera persona, vimos que con el caudal que había bien podríamos haber destrepado el primero (3 metros) y saltado el segundo (7-8 metros).
En este punto ya vemos que para acceder a la cabecera del rápel disponemos de un cable instalado a modo de tirolina que cruza la poza. Debemos usarlo, pues saltar al agua en este caso, podría costarnos casi sin remedio una caída mortal. La poza rebosa de agua y tal y como funciona la corriente en su interior, iríamos a parar directamente a la cascada.
Para acceder a la tirolina montamos un pasamanos, pues como he comentado, la roca resbala muchísimo y aunque tengamos repisa suficiente para hacerlo sin problemas, no está de más hacer las cosas con seguridad (un rebalón aquí es un vuelo de 60 metros).
El primero en lanzarse es Sergio, que como está muy fuerte no tiene problemas para tirar de brazos cuando se queda colgando en mitad del recorrido del cable sobre la poza.
Después, nosotras seremos arrastradas por él, gracias a la cuerda anudada al arnés, pudiendo así ahorrarnos tan insoportable esfuerzo jejeje.
Para la tirolina, usamos un mosquetón de hierro!
Decidiendo por qué reunion bajaremos |
Unimos las dos cuerdas de 60 y de las dos disponibles, utilizamos la instalación más cercana a la cascada. Por ser infinitamente más cómoda de utilizar, por estar en mejores condiciones que la más alejada y porque así nos refrescaremos un poquito en la bajada (el agua nos caerá encima hacia la segunda mitad del rápel, ya muy dispersa y de rasquis).
El gran atractivo de este descenso, los 60 metros de rápel, se hacen cortos y casi da pena llegar al final. El ruido y el viento en la poza de recepción son casi insoportables, pero las vistas hacia arriba, viendo a los compañeros bajar, son un lujo.
Es fácil tener público en éste momento crucial porque el sendero turístico atrae a la gente hasta este punto para admirar la increíble cascada por la que nosotros bajamos a grito pelao.
RETORNO
En la misma base de la cascada de 60 metros encontraremos, a la izquierda de la poza, una canal equipada con cuerdas que nos llevará en 10 minutos de subida muy vertical hasta el camino de aproximación.
Desde aquí obtendremos geniales vistas de toda la cascada.
Una vez arriba, sólo hay que seguir las marcas para regresar al coche.
Aquí el vídeo del descenso!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario