Aprovechamos que estábamos de escapadilla por algún rincón de la Costa Brava para acercarnos hasta Romanyà de la Selva, donde se encuentra esta corta pero entretenida via ferrata.
El tramo más estrecho, con agua debe ser precioso |
Hay que decir que vale la pena hacerla si nos encontramos cerca o nos pilla de paso, como era nuestro caso. Y añadir, que es una buena vía de iniciación y que puede servir como una toma de contacto con los puentes, ya que tiene unos cuantos.
La ferrata, equipada en el año 2002, trasnscurre por el interior de un pequeño cañón, desde su base hasta que se abre por completo y nos deja en el bosque de la cabecera. Ideal sería hacerlo después de lluvias, porque tiene que estar precioso con el agua corriendo bajo nuestros pies.
Cuenta con una tirolina que, a fecha de hoy, se encuentra desmontada.
FICHA DE LA FERRATA
El tramo más aéreo |
Dificultad: Fácil
Longitud: 1 km
Desnivel: 100 metros
Aproximación: 10 minutos
Recorrido: 1 hora
Retorno: 10 minutos
Puentes: 6
Puentes: 6
Material: Casco, guantes, arnés y disipador.
APROXIMACIÓN
Desde Santa Cristina d’Aro, tomamos la carretera C65 dirección a Llagostera. A los 8 kilómetros, justo a la altura del Restaurante Mas Penedas, giramos en dirección a Romanyà de la Selva (GIV-6612). Llegados al kilómetro 4,6 a nuestra derecha vemos el sendero GR92. Dejamos el coche al principio del camino, en una pineda donde podemos estacionar sin problemas. Caminamos por la pista hasta una bifurcación, tomamos este nuevo sendero hacia la derecha. La izquierda será el camino que emplearemos a la vuelta. El camino desciende hacia la riera. Después del paso por un puente de madera el sendero nos llevará hasta el Pou de les Gorges y, a nuestra izquierda, ya podemos observar algunos pies y una cadena.
RECORRIDO
Muchos puentes |
Como la aproximación es muy corta, ya veníamos equipadas desde el coche, así que al llegar a la poza, nos ponemos enseguida manos a la obra.
Rodeamos el agua por la pared, con ayuda de unas cadenas y algún pie y accedemos a la garganta, muy estrecha, y la superamos rápidamente. Este es, con diferencia, el tramo más bonito de toda la vía.
Al salir de la garganta caminamos un poquito y llegamos a otra poza, ahora seca, mucho más abierta. Es un pequeño resalte que superamos con pocos pies.
Escalera bajo el último de los puentes |
Y a partir de aquí, una sucesión de puentes tibetanos y "de mico", hasta un total de 6, nos llevarán zigzagueando de pared en pared hasta la parte más alta del barranco.
Sólo aquí volveremos a encontrar una parte equipada como pura via ferrata, también muy cortita, que nos deja en una escalera estrecha de unos 4 metros, y en el puente final, de tablas de madera.
RETORNO
Nada más atravesar el último puente, el "Pont del salt del llop", tomamos el camino que sale ante nosotros y que nos llevará a un cruce con el GR92. Tomamos el GR hacia la izquierda hasta desembocar en el camino de aproximación. En menos de 15 minutos nos plantamos en el coche.
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