Mortix Título Título Título Título Título Título Título NaMora Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título SaFosca Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título Título NaMora Título Título Título Título Título Título Mortix LacBlanc

Unos días por Pineta (II): Balcón de Pineta y lago de Marboré

Míriam y yo llevamos un par de días acampados en el Camping de Pineta. Estamos alucinando con lo bien cuidado que se encuentra, muy limpio y muy muy tranquilo. Quizás esto último se deba a las fechas en las que nos encontramos pero aún así el entorno nos parece inmejorable. Hierba en abundancia, grandes árboles por doquier y las imponentes montañas a nuestro alrededor. Ayer la puesta de sol nos regaló un sin fin de colores en el cielo. Qué tranquilidad!
Tanta que otra vez se nos han pegado las sábanas y volvemos a salir tarde de la tienda! Ayer nos pasó lo mismo he hicimos el barranco del Gloces a las tantas!! Desayunamos algo rápidamente, nos hacemos unos bocatas de Nutella (somos lo peor!), cargamos agua y con el coche nos acercamos hasta un parquing cercano al Parador de Pineta, hasta hace un par de años el que era el parquing del camping municipal de Bielsa, ahora cerrado por la nueva normativa.
Nada más pasar con el coche el puente que cruza el río por nuestra izquierda un amable señor nos espera para cobrarnos 1,5 euros por dejar el vehículo estacionado todo el día. Allí vemos varias Campers y autocaravanas que al parecer han pasado la noche y que, seguramente, llevan varios días. La verdad, es una buena opción! En qué camping te metes por 1,5 euros?? 
Eso sí! Nos informan que no hay problema por estacionar las furgonetas pero que no se puede sacar sillas, mesas u otras cosas. Pero... ya os digo que allí de noche no hay ni el tato!

FICHA DE LA RUTA

Dificultad técnica: Fácil (ya que en verano únicamente se trata de andar)
Distáncia: 16 kms
Tiempo empleado: 7 horas
Desnivel positivo: 1300m
Cota más alta: 2589m (lago de Marboré)
Track del recorrido

RECORRIDO

Nos ponemos en marcha desde el parquing siguiendo las indicaciones de Balcón de Pineta y Lago de Marboré, muy bien señalizado desde un principio mediante paneles informativos. No tiene pérdida y pronto dejamos el margen del río para adentrarnos en un frondoso hayedo muy tupido y exuberante. Sin apenas darnos cuenta el camino comienza a ascender poco a poco por el bosque siguiendo una senda que en unos minutos nos deja a los pies de una pista más ancha. Aquí nos encontramos con el desvío hacia los Llanos de La Larri a nuestra derecha, frente a nosotros el camino asciende hacia nuestro objetivo y a la izquierda la pista nos lleva hacia un puente que cruza el río Cinca y vuelve al coche.
Nos desviamos por unos momentos a la izquierda para ver que tal baja el río y tener las primeras vistas de la cascada del Cinca desde el puente. Hacemos unas fotos y tomamos (desde el mismo puente) un camino que asciende siguiendo el margen derecho de la corriente y luego se adentra en el bosque. Esta variante es algo más directa que la señalizada en el cartel del cruce anterior y se une a ese mismo camino algo más arriba.
Entre matorrales y espeso follaje ascendemos por una senda poco transitada. Pasados varios minutos desde que dejamos el puente Míriam se da cuenta que ha perdido la tapa del objetivo de su Canon! Decidimos que volveremos por el mismo camino y la buscaremos a ver si hay suerte.
Nos unimos al camino principal justo en el cartel informativo que indica el desvío hacia la Cascada del Cinca. En nuestro caso seguimos hacia el Balcón y Lago de Marboré acercándonos hacia lo que parece una pared infranqueable que se yergue imponente justo frente a nosotros.
Pronto el camino gira a la izquierda para ir paralelos a la pared y pasados unos metros vuelve a cambiar de dirección, ahora bruscamente a la derecha, para comenzar (ya sí) la ascensión por una inclinada tartera. Superada esta llegaremos a la primera de las múltiples terrazas que nos quedan por delante. Ahora comienza un constante zig zagueo que poco respiro nos dará de aquí hasta el final de la subida. Nos lo tomamos con calma pero sin pausa.
Nada más empezar, el camino se abre paso en la roca, desgastada ya por el paso de miles de pies, que a ratos nos daba la impresión de estar tallada para facilitar la ascensión. Vamos cogiendo altura y pronto el fondo del valle empequeñece bajo nosotros. La verticalidad de las vistas impresiona y hace que te sientas muy muy pequeño.
Se suceden tramos en los que el camino discurre por surcos en la tierra, trincheras cavadas en lo que antes era hierva y que ahora a desaparecido por el ir y venir del gentío. Y así subimos. Ahora roca. Después polvo. Siempre arriba. Pero lo único que nos quita la respiración son las impresionantes vistas.
Aprovechamos para refrescarnos en las cascadas por las que pasamos, bebemos y afrontamos los últimos metros que nos quedan. El flanqueo final es increíble, por la misma roca hasta arriba. Desde allí vemos todo lo que queda bajo nosotros y que luego... tendremos que bajar!
Pero ahora nos quedamos sin palabras. No solo las vistas del valle son espectaculares! Monte Perdido! El Glaciar! El cilindro! Al fondo los Astazou! Poco se puede decir de lo mucho que impresiona estar alli, simplemente es indescriptible. O al menos así lo sentí yo.
Durante un buen rato nos dedicamos a disfrutar de todo lo que nos rodeaba, hacer fotos y echarnos alguna cosa al estómago pero no nos pudimos encantar demasiado, unas nubes amenazadoras venían pisando fuerte desde los cuatro vientos y parecía que el punto exacto en el que iban a chocar era sobre nuestras cabezas.
Desde el balcón recorrimos la accidentada planicie que nos separaba del Lago del Marboré, siempre en dirección hacia el collado de los Astazou, al que llegamos en pocos minutos yendo a paso ligero. Este se encuentra en la base de la brecha de Tucarroya en cuya parte más elevada se encuentra el refugio libre del mismo nombre, el cual tiene el honor de ser el primer refugio de montaña construido en los Pirineos y data, ni más ni menos, que de 1890. En el año 1999 se reformó y ahora se encuentra en buenas condiciones.
No hubo tiempo de mucho pues ya se oía tronar a lo lejos. Tuvimos que desistir del plan inicial: Ir hacia el Collado de los Astazou, ver el Circo de Gavarnie y subir hasta el Astazou Oriental (3071m). Lástima pero otra vez será.
Así que pusimos pies en polvorosa y aunque no bajamos corriendo (ganas me daban) si que lo hicimos a buen ritmo y para cuando la lluvia nos alcanzó (y de qué manera) ya habíamos descendido hasta el cruce aquel que indicaba el camino para ir a ver la Cascada del Cinca. Eso era prácticamente abajo de todo.
Por suerte les habíamos puesto a las mochilas los impermeables pero nosotros acabamos empapados porque hicimos el mismo camino que de subida para ver si eramos capaces de encontrar el tapón del objetivo y fuimos poco a poco mirando entre la maleza. Pero no sonó la flauta. Y digo suerte porque para cuando llegamos al coche la ropa que llevábamos de recambio en las mochilas estaba seca y pudimos cambiarnos y entrar en calor.
Por cierto que para volver al coche no seguimos el mismo camino sino que una vez en el puente que cruza el Cinca cogimos la pista hacia la derecha (dejando a nuestra espalda el Balcón de Pineta). Fue una buena decisión pues mientras descendíamos (ahora ya sin lluvia) pudimos ver como desde las paredes que se levantaban imponentes a nuestra derecha caían un sin fin de cascadas, algunas tan increíblemente altas que la vista no alcanzaba a ver donde se originaban, otras dobles que se unían más tarde para formar otra mayor... un espectáculo que había que agradecer a la reciente tromba de agua. Un final perfecto!

 RETORNO


Al llegar de nuevo al camping vimos claro que no íbamos a poder ponernos a cocinar con garantías de terminar sin empaparnos de nuevo así que después de ducharnos nos bajamos hasta Bielsa en busca de un restaurante de esos que ya no se encuentran: Bueno, Bonito y Barato!
Después de dar varias vueltas y ver que en los bares cercanos a la carretera incluso te hacían paellas valencianas, nos quedo claro que aquello estaba hecho por y para el guiri de turno.
Por un momento desfallecimos pues nos apetecía comer algo en condiciones, autóctono y no comida prefabricada y fuera de contexto y lugar.
Incluso preguntamos a un oriundo y nos dijo que los únicos bares/restaurantes que había en Bielsa eran esos que habíamos visto! Me cagüen tó! O el tío era un canelo o alguno de esos bares era suyo o de la familia!
Total que al final echamos mano de Internet y encontramos uno que tenía buena pinta y buenos comentarios: Restaurante Hotel Valle de Pineta y, la verdad, recomendable 100%. Menú muy variado y económico, platos abundantes y postres caseros! El trato y servicio fueron excelentes y el lugar más que acogedor. Sin duda un lugar al que volveremos más de una vez!
Volvemos con la calma a nuestra tienda, reina el silencio en el camping y somos los únicos que seguimos despiertos. Nos echamos a descansar con la intención, si el tiempo acompaña, de hacer los barrancos Lugar y Escuain al día siguiente. Sin duda a Míriam le van a gustar!

No hay comentarios: